Junto con más de 85 empresas de toda la cadena de valor hemos unido nuestras fuerzas para ser pioneros en el uso de marcas de agua digitales para la clasificación y reciclaje de envases inteligentes hacia una economía europea verdaderamente circular.
Uno de los desafíos más apremiantes para lograr una economía circular de los envases es clasificar mejor los desechos postconsumo mediante una identificación precisa de los envases, lo que se traduce en un reciclaje más eficiente y de mayor calidad. Las marcas de agua digitales pueden tener el potencial de revolucionar la forma en que se clasifican los envases en el sistema de gestión de desechos, ya que abren nuevas posibilidades que actualmente no son viables con las tecnologías existentes. El descubrimiento se hizo en el marco del programa de la Nueva Economía del Plástico de la Fundación Ellen MacArthur, que investigó diferentes innovaciones para mejorar el reciclaje post-consumo. Se comprobó que las marcas de agua digitales eran la tecnología más prometedora, que reunía el apoyo de la mayoría de los interesados y aprobaba una prueba de concepto básica en una línea de clasificación de prueba. La industria de los productos de marca ha intervenido ahora para facilitar la siguiente fase como iniciativa de cadena de valor cruzada bajo el nombre de "HolyGrail 2.0", que tendrá una escala y un alcance mucho mayores. Esto incluirá el lanzamiento de un piloto industrial para demostrar la viabilidad de las tecnologías de marcas de agua digitales para una clasificación más precisa de los envases y un reciclaje de mayor calidad, así como el modelo de negocio a gran escala.
"Los 3 ingredientes clave aquí son la innovación, la sostenibilidad y lo digital, combinados para lograr el objetivo del Acuerdo Verde hacia una economía limpia, circular y neutra en cuanto al clima", subraya Michelle Gibbons, Directora General de AIM - Asociación de Marcas Europeas. "Es estupendo ver tal entusiasmo en toda la industria y poder unir tal experiencia de toda la cadena de valor de los envases, desde los propietarios de marcas y los distribuidores hasta los convertidores, los esquemas de RPE, los sistemas de gestión de residuos, los recicladores y muchos más. La colaboración es el camino a seguir para alcanzar los objetivos de la economía circular de la UE".
Las marcas de agua digitales son códigos imperceptibles, del tamaño de un sello de correos, que cubren la superficie del embalaje de los productos de consumo. Pueden llevar una amplia gama de atributos como fabricante, SKU, tipo de plásticos utilizados y composición para objetos multicapa, uso alimentario frente a no alimentario, etc. El objetivo es que una vez que el envase ha entrado en una instalación de clasificación de residuos, la marca de agua digital puede ser detectada y decodificada por una cámara estándar de alta resolución en la línea de clasificación, que luego -basándose en los atributos transferidos- puede clasificar el envase en los flujos correspondientes. Esto daría lugar a corrientes de clasificación mejores y más precisas y, por consiguiente, a reciclados de mayor calidad, lo que beneficiaría a toda la cadena de valor del embalaje. Además de este "pasaporte digital de reciclado", las marcas de agua digitales también tienen el potencial de ser utilizadas en otras áreas como la interacción con los consumidores, la visibilidad de la cadena de suministro y las operaciones de distribución.