Son las ocho y media de la mañana y, como de costumbre, te preparas una rica tostada untada con margarina mientras se calienta tu café. Entonces comienzas a preguntarte; ¿cómo se conseguirá esta textura? ¿De dónde viene la margarina? ¿Cuál será su proceso de elaboración?
Hoy vamos hablarte de la ruta sostenible de la margarina.
En nuestro primer artículo ya pudimos ver algunas pinceladas sobre cuál era el proceso de elaboración de la margarina y ahora ampliaremos con detalle cada uno de los pasos que la margarina realiza desde su origen natural hasta llegar a tu cocina.
Así que prepárate ¡y toma nota! Conocer la procedencia de los alimentos que consumimos es muy importante no solo para poder cuidar nuestra salud con más información, si no también para asegurarnos de que los productos que compramos son elaborados de forma sostenible y tienen un impacto mínimo en el ecosistema de nuestro planeta.
Empecemos por el principio; la tierra de la que nace todo.
Quién no ha conducido por una carretera secundaria y ha quedado maravillado ante la extensión de un precioso campo de girasoles. La próxima vez que vuelvas a pasar ten en cuenta que es justamente ahí, en ese precioso paisaje, donde la margarina tiene su origen. Y es que, como bien sabemos, la margarina proviene principalmente de los campos de cultivos de plantas como el girasol y la linaza, y es de sus semillas que se extraerá el aceite vegetal que se utiliza como ingrediente principal para la elaboración de margarina. Existen otras semillas como las de nabina, de soja y las de palma que también son utilizadas para la elaboración de la margarina, sin embargo, la producción más común en Europa proviene sin duda de la semilla del girasol.
En estos campos de cultivo se cosecharán los frutos y las semillas, para posteriormente ser prensadas, refinadas y mezcladas hasta convertirse en margarina. Un proceso de elaboración corto y rápido y, como veremos más adelante en este mismo artículo, más sostenible también, por ejemplo, que el proceso de fabricación de productos lácteos y otras grasas animales. ¡Continuamos!
Paso uno; de las semillas al aceite.
Las semillas contienen aceites naturales que forman la base de la receta de cualquier margarina. Tras recoger las semillas, se preparan para ser prensadas y obtener el aceite necesario durante lo que se conoce como el proceso de extracción. De las cáscaras de las semillas también se extrae el aceite que queda para que nada se desperdicie, y para un aprovechamiento total de todos los recursos, las cáscaras sobrantes son utilizadas como pienso para animales o bien para obtener energía.
Una vez obtenido todo el aceite posible de las semillas se filtra y se refina para poder eliminar los residuos y evitar así un color oscuro y mal sabor. Todos los aceites deben ser refinados, incluidos algunos de oliva, para poder obtener un sabor y olor suaves y estabilidad frente a la oxidación.
Los procesos de refinación garantizan el sabor y la calidad del producto de las margarinas y hoy en día son procesos mucho más sostenibles con un impacto mínimo en el medioambiente.
Paso dos; de los aceites a la margarina.
Una vez extraídos los aceites principales se mezclan con otras grasas vegetales sólidas en caliente para que la mezcla pueda hacerse más fácil en estado líquido. A este resultado se le añadirá agua, colorantes naturales como el caroteno para darle un adecuado color y vitaminas que suplementarán las ya existentes de las semillas.
La mezcla final se remueve lentamente hasta enfriarse y conseguir la textura tan cremosa y característica de la margarina.
Una vez obtenida la margarina al punto deseado, se envasa en diferentes formatos y se transporta a los mismos distribuidores y puntos venta a los que acudimos con frecuencia para comprar nuestra rica margarina de referencia. ¡Magia!
Y, ¿por qué decimos que el proceso de elaboración de la margarina es un proceso sostenible?
El proceso sostenible de elaboración de la margarina depende en gran parte, como en cualquier proceso de producción, del compromiso y de las buenas prácticas que las empresas productoras asumen. Sin embargo, sí hay unos hechos comunes y compartidos en cualquier producción de margarina que la convierten en un proceso mucho más sostenible, por ejemplo, que el de la elaboración de productos lácteos y/u otras grasas de origen animal.
Algunos de los hechos que confirman el proceso de elaboración sostenible de la margarina son:
- El proceso de elaboración de la margarina es un proceso corto y directo (de la semilla a la margarina). En cambio, en la elaboración de otros productos lácteos, la cosecha de semillas y frutos se utiliza para alimentar a las vacas que producirán después la leche que será utilizada como base para la producción.
- Para el cultivo de las semillas y la elaboración de la margarina se necesita un 50% menos de tierra de la extensión de campo que se necesita para los productos lácteos.
- Estas diferencias en los procesos hace que la huella de carbono de la margarina sea tan solo un 1/3 de la huella de carbono de los productos lácteos.
Estas son las principales diferencias que hacen única y diferencial a la ruta sostenible de la margarina. Como decíamos, si este proceso además es llevado a cabo por productores que trabajan con un claro compromiso medioambiental en sus prácticas, la margarina se convierte en un alimento rico que no solo cuida de nuestra salud sino también del bienestar de nuestro planeta.
Toda la gama de margarinas Vandemoortele son elaboradas a partir de procesos sostenibles certificados por los principales organismos que procuran la preservación del medioambiente como la Certificación de los Sistemas de la Cadena de Suministro RSPO, del que aprenderemos con más detalle en el próximo artículo.
Y hasta aquí el artículo de hoy. Ahora ya conoces más sobre el proceso de elaboración sostenible de la margarina. Esperamos que te haya sido útil para dar respuesta a tus inquietudes sobre este maravilloso producto. Nos despedimos hasta la próxima y, como siempre, ¡que la margarina te acompañe!